Ángela
Blanco González
Lengua castellana y literatura
I.E.S. "Leopoldo Cano". Valladolid
El estudio de todas las literaturas antiguas plantea no pocos problemas, derivados fundamentalmente, de los pocos documentos escritos que se han conservado o se han encontrado y del hecho de que la fecha material de un texto no es criterio para decir la edad de su contenido. En Egipto, hasta el término de su historia, los ejercicios que se daban a los escolares estaban sacados de los clásicos antiguos, nunca de literatura contemporánea o reciente.
Conocemos buen número de obras egipcias sólo por copias posteriores, pero los originales se atribuyen a la XII dinastía y, tal vez, al periodo entre la VI y la V. Este periodo, entre el año 2800 y el 2200 antes de Cristo , parece que ha sido el más brillante de la literatura egipcia. En el Reino Medio, a partir del 2000 a. d. c., la mayoría de las formas literarias habían llegado a su máximo desarrollo.
Después de esa fecha, la invención literaria se manifiesta como casi agotada. Algunos himnos de la XVIII y XIX dinastías, alcanzan un nivel de poesía realmente alto, pero tienen como modelo poemas antiguos, a los que deben en gran parte su calidad.
Hay serias dificultades para apreciar el valor literario de esa literatura, tanto en su forma como en su contenido.
- Primera dificultad: la escasez de material. La escritura se había inventado por necesidades prácticas, mercantiles, y, menos, por necesidades religiosas; no como medio de expresión literaria. Los pocos textos conservados, lo han hecho en materiales como la piedra, el papiro o la arcilla, algunos de ellos tan frágiles que nos hace pensar puedan haberse perdido muchos de ellos.
- Segunda dificultad: el lenguaje: A veces los textos aparecen fragmentados, faltan palabras clave en la frase. Incluso cuando el texto está completo, la traducción no es muy fiable. Cuando es un texto poético o imaginativo, el vocabulario empleado es diferente al comercial e introduce palabras para las que no hay traducción, o palabras con valores metafóricos o alternativos que se le escapan al traductor. Es fácil encontrar que un mismo texto ha sido traducido de manera diferente por dos estudiosos.
Por todo esto, se puede atribuir al documento la categoría que le corresponde, es decir, podemos afirmar que es un himno, un mito o fábula, un proverbio, un aforismo , pero es muy difícil apreciar el valor como obra de arte.
Hasta la forma del texto original puede ser dudosa. No es fácil decidir, ni siquiera, si está en prosa o en verso. En algún papiro se observa cómo los finales de verso están marcados con puntos rojos. En este caso no hay dificultades, pero si el escriba omite esos puntos, la identificación del texto es más problemática.
Ninguno de los idiomas del Oriente Medio hizo uso de la rima. Lo normal es su ordenación estrófica, división del texto en estrofas en las que, generalmente, hay una correspondencia de forma o de pensamiento con el segundo miembro, contaminando o ampliando el sentido del primero o siendo su exacta antítesis. Es el mismo tipo de versificación que el de los escritores hebreos del Antiguo Testamento.
Los poemas líricos son de tema religioso. Así el Himno de alabanza a los dioses o el Himno al Nilo, tan antiguo como el periodo de los hicsos. Es un poema relativamente ingenuo y pobre de imaginación.
Loor a ti, oh, Nilo, que brotas de la tierra y vienes a alimentar a Egipto;
de naturaleza oculta, una oscuridad a la luz del día;
que riegas los prados, creados por Ra para alimento del ganado todo;
que das de beber a lugares del desierto distantes del agua;
es su rocío lo que cae del cielo;
Es en el Reino Nuevo cuando aparecen los más bellos himnos a los dioses. El más interesante es el Himno al Sol de Ajenatón, tomado en parte del Himno a Amón-Ra. Es una espontánea expresión de gratitud por la belleza del mundo. Rompe totalmente con la tradición que insistía en la enumeración de títulos y atributos como necesaria para alabar a las divinidades.
Tu amanecer es bello en el horizonte del cielo,
¡Oh, Atón vivo, comienzo de vida!
Llenas las tierras todas con tu belleza;
porque eres hermoso, grande, brillante, alto sobre el mundo,
tus rayos abarcan las tierras, cuanto has hecho.
Tú eres Ra y te has llevado a todos cautivos:
Has ligado a todos con tu amor.
Hay unos cuantos poemas pertenecientes o referentes a los desastrosos días del I Periodo Intermedio (anterior al Imperio nuevo), que lloran la anarquía de la época y la destrucción de la ordenada existencia que para el conservador egipcio significaba el bienestar. Son poemas con poco sentimiento. Se escribieron después del desastre y éste lo conocían por la tradición. Simplemente fue un tema apropiado para la poesía pesimista. De estos poemas se conoce el nombre de sus autores: Neferti e Ipuwer.
Más bello es El hombre cansado de la vida, poesía contemplativa de la XII dinastía, compuesta parte en prosa y parte en verso. Es más bello porque es más personal y menos artificioso.
La muerte está hoy en mis ojos
como cuando un enfermo sana,
como cuando se camina después de la enfermedad.
La muerte está hoy en mis ojos
como aroma de mirra;
como cuando bajo la vela del barco un día de viento.
La muerte está hoy en mis ojos
como el perfume de nenúfares,
como cuando te sientas en el margen de la embriaguez
El poeta egipcio se muestra cuando lo que canta es algo personal y sentido y la sinceridad le exime de artificios literarios que muchas veces echan a perder la poesía.
También se conservan algunos cantos de amor en el Reino Nuevo. Pocos e incompletos pero interesantes, a pesar de que son bastante artificiosos.
Epopeyas mitológicas, si las hubo, no han sobrevivido. Lo que más se aproxima a la epopeya es un largo poema que celebra la dudosa victoria de Ramsés II en Qades. La forma narrativa, utilizada por primera vez en la poesía egipcia, tal vez siguiera el modelo de algún original extranjero. El estilo es totalmente egipcio, con todos los defectos de ampulosidad y frases trilladas.
Común a todos los países del Oriente Medio fue la literatura "sentenciosa", que conocemos por los Proverbios del Antiguo Testamento hebreos. Los egipcios son , al menos, cien años más antiguos. Consiste en breves aforismos que pueden ser escritos en verso o en prosa. Representan la mayor aproximación a la filosofía de la mente antigua. No se inspiran ni informan en ningún sistema filosófico. Son "dichos juiciosos" sin relación entre sí, de un carácter más o menos didáctico, expresados concisamente y de fácil recuerdo.
Quien come mucho no puede dormir.
El corazón no ha engendrado el odio; las palabras lo han engendrado.
Los egipcios debieron estar familiarizados con el relato en prosa, con el que los artistas ambulantes amenizarían las veladas. Unos cuantos de los más famosos fueron redactados por escrito en diferentes épocas. La historia del Marinero naúfrago, que encuentra una serpiente; el cuento de los dos hermanos parece un anticipo de Las Mil y una Noches.
El mejor, la historia de Sinuhé, muy refinada, escrita en prosa y en verso. La forma es aquí más importante que el asunto. Narra la historia de un exiliado egipcio y su vida entre las tribus nómadas de Siria. Posee una exótica localización y descripción de costumbres extrañas.
Historia de los egipcios, ISAAC ASIMOV. Biblioteca Temática Alianza.
Historia de la humanidad, bajo el patrocinio de la Unesco. Editorial Planeta/Sudamericana
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